Esta jornada, integrantes de organizaciones sociales acompañaron a las mujeres que desde hace más de cuatro décadas exigen verdad y justicia para las más de 30 mil víctimas de la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983).
La demostración tuvo lugar alrededor de la Pirámide de Mayo, frente a la Casa Rosada, y entre las agrupaciones que participaron se encuentran la Central de Trabajadores de Argentina-Autónoma, la Asociación de Trabajadores del Estado, la Gremial Docente y el Partido Obrero.
También asistieron miembros del Servicio de Paz y Justicia, el Centro de Abogados por Derechos Humanos, el Frente de Organizaciones en Lucha y la Izquierda Socialista.
Durante la movilización, Cortiñas resaltó la necesidad de redoblar los esfuerzos ante la llegada de un nuevo gobierno para garantizar que continúen los juicios sobre crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen y pidió cárcel para los genocidas.
Las Madres seguiremos juntas para que no paren ningún proceso. Tras la asunción de autoridades, debemos presentar nuevos hábeas corpus para que nos revelen qué saben sobre lo que pasó con nuestros hijos, afirmó.
Tenemos que volver a pujar por la verdad, la memoria y la justicia y lograremos que nos digan algo más, añadió.
Además, instó a los jóvenes a acompañarlas en las acciones que sean necesarias.
Por otra parte, pidió la liberación de la dirigente social Milagro Sala, quien se encuentra bajo prisión domiciliaria y enfrenta un complejo cuadro de salud.
A su vez, Elia Espen pidió castigo para los represores y la aparición de los bebés robados por ellos.
«Ante los que conjugan el verbo obedecer, yo no perdono ni olvido. ¿Pretenden que nos abracemos con los genocidas? Hasta mi último suspiro pediré que se abran los archivos de la dictadura, afirmó.
Realizada por primera vez en 1981, la Marcha de la Resistencia fue convocada en aquel entonces para denunciar los horrores perpetrados por el régimen y demandar la aparición con vida de las víctimas.
Durante el mandato del presidente Néstor Kirchner (2003-2007) fue suspendida la convocatoria por considerar que el enemigo no estaba más en la Casa Rosada.
En 2015, las Madres volvieron a las calles para rechazar el Gobierno de Mauricio Macri y lo hacen nuevamente ahora para condenar el negacionismo y las políticas de ajuste del futuro jefe de Estado y líder de La Libertad Avanza, Javier Milei.
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