Mejía sostuvo que solo así se conseguirá la seguridad energética que mantenga e impulse el crecimiento económico y el desarrollo social.
Al hablar en el taller “Seguridad energética en las distribuidoras de electricidad”, auspiciado por el Ministerio de Energía y Minas, el ingeniero expuso que para satisfacer la demanda de electricidad actual y futura, se precisa de altos niveles de inversión económica.
Alabó al respecto la disposición del Gobierno de contemplar inversiones para ese sector en el presupuesto de la nación de 2024.
De acuerdo con el funcionario, para República Dominicana garantizar la seguridad energética debe hacer énfasis en la diversificación de la matriz energética, la promoción de la eficiencia y el autoabastecimiento, y la mejoría de la resiliencia de los sistemas de distribución.
Estimó que el país tiene que aumentar el uso de fuentes renovables y combustibles menos contaminantes, y reducir las dependencias del petróleo y el carbón.
Explicó que la diversificación significa utilizar diferentes fuentes, proveedores y rutas de transporte de la energía con el objetivo de simplificar la dependencia de un único recurso o proveedor.
“Un país que diversifica su energía se aísla de interrupciones energéticas y refuerza su seguridad”, puntualizó.
Respecto a la promoción de políticas y estrategias, consideró que se debe apoyar la inversión en fuentes de generación a partir de energías renovables, mediante la aplicación de incentivos y el diseño de políticas públicas orientadas a impulsar su crecimiento, lo cual incluye aspectos regulatorios para promover su almacenamiento.
En cuanto a la resiliencia de los sistemas de distribución, expresó que sería una estrategia concebida para asegurar un suministro estable y fiable, así como para diseñar un plan de emergencia que permita hacer frente a una eventual interrupción derivada de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales.
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