Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que cada año mueren a nivel global 2,6 millones de personas a causa del consumo de alcohol y más de ocho millones por una dieta desbalanceada para la nutrición, por lo que recomendó gravámenes sobre el alcohol y las bebidas azucaradas.
Nuevos datos publicados por la agencia sanitaria de la ONU muestran la baja tasa mundial de impuestos aplicados a productos poco saludables como alcohol, refrescos y jugos, así como los resultados que ponen de relieve que la mayoría de los países no están utilizando los tributos para incentivar comportamientos más saludables.
Para ayudar a los países, la OMS publicó también un manual técnico sobre política y administración de impuestos sobre el alcohol.
La mitad de los países que aplican gravámenes a las bebidas azucaradas gravan el agua, algo que no recomienda la OMS.
En tanto, al menos 148 naciones aplican impuestos especiales a los líquidos alcohólicos a nivel nacional. Sin embargo, el vino está exento de gabelas especiales en al menos 22, la mayoría de ellos de la región europea.
Un estudio de 2017 precisó que las cargas tributarias que aumentan los precios del alcohol en un 50 por ciento ayudarían a evitar más de 21 millones de muertes en 50 años y generarían casi 17 billones (millón de millones) de dólares en ingresos adicionales.
«Gravar los productos poco saludables genera poblaciones más sanas. Tiene un efecto dominó positivo en toda la sociedad: menos enfermedades y debilitamiento, ayudan a prevenir la violencia y las lesiones por accidentes del tráfico, y generan ingresos para que los gobiernos presten servicios públicos”, destacó el director de promoción de la salud de la OMS, Rűdiger Krech.
Las investigaciones demuestran que gravar el alcohol y las bebidas azucaradas ayuda a reducir su consumo y da a las empresas una razón para fabricar productos más saludables, en tanto prevén enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías.
npg/crc