Por el momento no se registran daños en viviendas, pero en las vecinas localidades de Melipilla y Curacaví está decretada la alerta amarilla preventiva y se activaron los planes de evacuación ante cualquier contingencia.
La Corporación Nacional Forestal señaló que hay 12 brigadas combatiendo las llamas y nueve helicópteros están preparados para verter agua para frenar la propagación del fuego.
El incendio genera una amplia nube de humo que alcanza a Santiago, la capital, donde la Secretaría Regional de Salud recomendó no realizar actividades físicas en el exterior, sobre todo a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
No obstante, se descartó declarar una emergencia ambiental en la urbe, porque los niveles de contaminación están por debajo de los límites críticos.
El director regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Miguel Muñoz, recordó que el cambio climático influye en el comportamiento de los incendios forestales.
Pasamos por una sequía enorme, hubo lluvias tardías que aumentaron la vegetación y ahora comienza un calor muy fuerte, justo cuando hay más material combustible, dijo el funcionario.
En estas condiciones, agregó, la mejor alternativa es apelar a la responsabilidad de las personas para que tengan una actitud más preventiva.
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