La vicepresidenta angoleña, Esperança da Costa, así lo reafirmó recientemente en una conferencia sobre el tema, durante la cual recordó que en 2020 el Ejecutivo aprobó la Estrategia Nacional de Derechos Humanos, que otorga a los actores nacionales un mayor papel en su promoción y defensa.
Da Costa remarcó que los derechos humanos son una construcción que debe sentirse de forma práctica y efectiva en la vida de la ciudadanía, de ahí que exhortó a todas las instituciones públicas y privadas, y a la sociedad en general, a asumir con seriedad los principios de igualdad y respeto a la dignidad de la persona humana.
Resaltó el papel de los Comités Locales de Derechos Humanos, que son la célula de la Estrategia Nacional y están formados por organizaciones de la sociedad civil, iglesias, autoridades tradicionales y representantes de la Administración Local del Estado.
Calificó a estos órganos como los ojos y oídos de los angoleños en la denuncia y seguimiento de los que atentan contra los derechos humanos en sus respectivas áreas de jurisdicción y ejemplificó que en tres años fueron creados 18 comités provinciales, 164 municipales y 87 comunales.
La vicepresidenta consideró la institucionalización de los Comités como una clara señal del compromiso del Estado con la garantía de los derechos para todos y el estricto respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Asimismo, subrayó que en esa visión los derechos humanos han sido elevados a la categoría de asunto de seguridad nacional.
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