Datos recopilados en noviembre por la agencia reveló aquí un mayor deterioro en casi todos los aspectos de la vida de los infantes, ya que la crisis de cuatro años no muestra signos de disminuir.
Según el representante de la Unicef aquí, Edouard Beigbeder, el escenario está erosionando la infancia de cientos de miles de niños libaneses, quitándoles su aprendizaje, felicidad y futuro.
Un 26 por ciento, más de una cuarta parte de los hogares manifestó que tenían niños en edad escolar que no asistían a la escuela, frente al 18 por ciento en abril de este año cuando se realizó una evaluación similar, indicó.
En opinión del funcionario, varias decenas de centros escolares en el sur del Líbano permanecen cerrados desde octubre debido a una intensificación de las hostilidades en la frontera, que afecta a más de seis mil estudiantes.
De acuerdo con Beigbeder, los precios elevados y la pobreza generalizada obligaron a las familias a recurrir a medidas desesperadas sólo para permitirse una comida al día y una vivienda básica.
En este sentido, la encuesta de Unicef mostró que el número de familias que envían a sus hijos a trabajar para complementar los ingresos del hogar aumentó a un 16 por ciento desde el 11 en abril.
Al mismo tiempo, ocho de cada 10 hogares pidieron dinero prestado o comprar a crédito para obtener alimentos esenciales, un incremento de 16 puntos porcentuales en seis meses.
También, ocho de cada 10 redujeron el gasto en tratamientos de salud, frente al 75 por ciento de abril, precisó la investigación.
Las privaciones y la incertidumbre cobran un alto precio en la salud mental de los niños, pues cuatro de cada 10 hogares aseguraron que sus hijos están ansiosos.
Por su parte, los infantes palestinos se ven afectados por los impactos emocionales acumulativos de las malas condiciones de vida, los enfrentamientos entre facciones, la incertidumbre sobre el futuro y las impactantes imágenes de la guerra en Gaza.
Ante este panorama, Unicef instó al gobierno libanés a mostrar un compromiso claro con los derechos de los niños y tomar medidas enérgicas para apoyar, proteger y garantizar servicios esenciales para todos.
“Debemos redoblar nuestros esfuerzos para asegurarnos de que todos los niños del Líbano vayan a la escuela y aprendan, estén protegidos de daños físicos y mentales y tengan la oportunidad de prosperar y contribuir a la sociedad”, apuntó el representante Beigbeder.
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