Lejos de las grandes movilizaciones del anterior proceso, que sólo en la avenida de La Alameda reunió a más de 500 mil personas, esta vez los organizadores prevén despliegues en las calles, entrega de volantes y concentraciones más austeras.
Quienes se oponen a la propuesta de Carta Magna, por considerarla un retroceso en conquistas alcanzadas por las mujeres, los trabajadores y otros sectores, convocaron el cierre en la Plaza Maipú de la popular comuna homónima, ubicada en el occidente de la ciudad.
Mientras, los defensores tienen prevista una concentración en la explanada del metro Tobalaba, en el límite de las acomodadas barriadas de Las Condes y Providencia.
“Todos los países avanzan con sus Constituciones y nosotros estamos retrocediendo”, declaró a Prensa Latina el presidente de la Confederación Nacional Gráfica, Juan Palma.
Durante la entrega de volantes en el Paseo Ahumada, del centro histórico capitalino, advirtió Palma que el proyecto auspiciado por los partidos conservadores elimina el derecho a huelga y otras garantías de los trabajadores.
Con esta Constitución, los jubilados van a seguir recibiendo pensiones de miseria, añadió.
Mujeres presentes en la manifestación señalaron también la posibilidad de un retroceso en la ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo por las tres causales: inviabilidad fetal, violación o peligro para la vida de la madre.
En el otro lado, el principal argumento de los partidarios de la propuesta es la necesidad de combatir la delincuencia, de la que culpan fundamentalmente a los migrantes, y la imposición de las políticas de mano dura para enfrentar el flagelo.
Todas las encuestas publicadas antes de la veda de divulgación de este tipo de estudios, daban como ganador al rechazo sobre el apruebo, aunque la última palabra la dirán las urnas.
El venidero domingo, 15,4 millones de personas deberán participar en el referendo, donde se espera una alta asistencia del electorado debido a que el voto es obligatorio.
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