El presidente de la AMPR, Víctor Bonilla, aseveró que presentaron una serie de propuestas con ese objetivo, que incluyen aumentar las pensiones de los retirados y restablecer el bono de medicamentos y la aportación patronal al plan médico.
“Tras la reestructuración de la deuda pública, el gobierno continúa aludiendo al restablecimiento de la solidez financiera del Estado y las proyecciones de crecimiento económico en el país, por lo que exigimos que se escuche nuestro reclamo”, dijo.
Reclamó que se identifiquen y destinen fondos para corregir la situación en la que viven los docentes pensionados.
“No hacer estos cambios ahora, implicarán mayores repercusiones en el futuro”, dijo Bonilla Sánchez, luego de que la entidad entregara el martes en la tarde en Cámara de Representantes y Senado dos propuestas de ley en beneficio de los maestros retirados.
Una de las medidas es para la aportación patronal al plan se salud a los docentes pensionados para establecer el pago de bono de medicamento.
Mientras, la otra propuesta legislativa es para conceder el pago del bono de navidad de 600 dólares para los maestros pensionados y beneficiarios del Sistema de Retiro.
La iniciativa surge tras conocerse un estudio que revela que el 33 por ciento de los docentes puertorriqueños jubilados, en su mayoría mujeres, recibe menos de 500 dólares al mes de la seguridad social.
“Hay espacio para considerar otras bonificaciones que compensen la pérdida de beneficios de jubilación que ha afectado a los retirados durante la pasada década”, insistió el presidente de la Asociación de Maestros de Puerto Rico.
La exsenadora Rossana López-León reveló que más de la mitad de los jubilados tienen ingresos mensuales inferiores a mil 500 dólares, lo que provoca el temor de sumirse en la indigencia.
López-León, quien fuera procuradora de las personas de edad avanzada, precisó que, además, el 50 por ciento de los jubilados depende del Seguro Social, pero un tercio recibe menos de 500 dólares al mes, especialmente mujeres.
“Estas condiciones han llevado a la angustia financiera y al temor de vivir en la pobreza, obligando a muchos a buscar empleos parciales para subsistir, lo que hace imperativo establecer políticas públicas urgentes para abordar esta crisis económica”, agregó.
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