A esas personas les fue revocado “su visado para ingresar a ese país por supuestos actos que atentan contra la estabilidad democrática”, indicó un comunicado del Ministerio para Relaciones Exteriores.
La nota denunció que estas medidas coercitivas constituyen “una violación al derecho internacional, a la Carta de las Naciones Unidas y a los principios de no injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos”.
Supone, asimismo, una forma de agresión y de presión política que busca socavar la integridad y estabilidad de Honduras, apuntó.
La República Bolivariana reiteró su solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Honduras, y exhortó a la Casa Blanca a “cesar su política injerencista e intervencionista” que amenaza la paz y la seguridad de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
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