Los miembros del órgano rechazaron el ataque contra la comisaría de policía de Rasak, en la provincia de Sistán y Baluchistán, el pasado 15 de diciembre, reivindicado por el grupo Jaish al-Adl.
El hecho provocó la pérdida de 11 agentes de policía iraníes e infligió heridas graves a otros ocho.
En un comunicado, el ente expresó su pesar por las víctimas y envió condolencias a sus familias y al Gobierno de Irán.
Al mismo tiempo, el Consejo reconoció la necesidad de responsabilizar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos actos de terrorismo y llevarlos ante la justicia.
Igualmente, instó a todos los Estados a cooperar activamente con el Gobierno de Irán y con todas las demás autoridades pertinentes al respecto.
Cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, independientemente de su motivación, dónde, cuándo y quién sea que lo cometa, insistió el texto.
La nota, además, remarcó la necesidad de que todos los estados combatan por todos los medios las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causados por actos terroristas.
Según declaraciones del vicegobernador provincial Alireza Marhamati, el grupo islamista Jaish al-Ald (Ejército de Justicia) reivindicó la acción y varios de los atacantes también murieron durante el enfrentamiento.
La agrupación es conocida por haber reivindicado el secuestro de 12 policías y soldados iraníes en la misma demarcación, en octubre de 2018.
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