La víspera, el organismo anunció que todas las misiones humanitarias en el estado de Al-Jazirah quedaron suspendidas hasta nuevo aviso.
Los enfrentamientos que estallaron el viernes en las afueras de Wad Medani, en esa demarcación conocida como la canasta de pan de Sudán, amenazan a decenas de miles de civiles ya desplazados por el conflicto.
También es un centro crítico para nuestras operaciones humanitarias, aseguró el portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujarric, en conferencia de prensa.
Por su parte, el secretario general Adjunto de Asuntos Humanitarios, Martín Griffiths, pidió el fin a los combates después de ocho meses de guerra en el la nación africana.
De acuerdo con cifras de la ONU, el estado de Al-Jazirah alberga a más de medio millón de hombres, mujeres y niños que huyeron de los combates desde el 15 de abril.
Tiendas y mercados de Wad Medani, unos 136 kilómetros al sureste de Jartum, la capital sudanesa, cerraron debido a los combates entre el ejército de ese país y las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Según la ONU, un puente cercano fue obligado a cerrar por el desborde de las hostilidades.
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