Sindicalistas, militantes de partidos de izquierda y familiares de Huilca marcharon hasta el monumento de quien fuera secretario general de la CGTP, en una explanada ubicada cerca del centro histórico de Lima.
El secretario general de la Central Obrera, Gerónimo López, en un discurso de homenaje, afirmó que Huilca no ha muerto, pues vive en la mente y el corazón de los trabajadores.
Condenó la impunidad de su asesinato a manos del Grupo Colina, de agentes de inteligencia dedicados a asesinar a sospechosos de terrorismo y opositores del gobierno de Alberto Fujimori.
Un tribunal archivó hace unas semanas el caso que tiene como principal acusado al exgobernante, recientemente indultado antes de cumplir los 25 años de cárcel a los que fue condenado como autor mediato de dos matanzas perpetradas por el Grupo Colina.
La Corte alegó que Fujimori no tenía motivos para matar a Huilca, pero López acotó que el gobernante amenazó días antes a la víctima en un discurso en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), al manifestar que las cúpulas sindicales habían llegado a su fin.
López recordó que Huilca respondió al gobernante que si afectaba los derechos de los trabajadores con su política neoliberal, los sindicatos saldrían a las calles a defender sus conquistas.
El sindicalista fue asesinado delante de su familia y esposa, Martha Flores, quien declaró que entre los atacantes estaba Santiago Martín Rivas, jefe operativo del Grupo Colina.
La excongresista Indira Huilca, hija del mártir, agradeció la permanente solidaridad recibida y por mantener viva la memoria de su padre y la lucha de los trabajadores.
Añadió que el gobierno de Fujimori intentó acabar con las organizaciones obreras con el atentado, “pero 31 años después aquí están los trabajadores, resistiendo y luchando”.
“Y hoy tenemos la obligación de combatir a las mafias políticas corruptas de la derecha autoritaria” que, dijo, pretenden imponerse y concentrar más poder.
Edlbarto Cahuana, dirigente del Partido Comunista Peruano (PCP), destacó que Huilca integraba la organización, en la que “se formó como político y revolucionario” y dejó un ejemplo de lucha de los comunistas por una sociedad mejor y de los trabajadores por sus derechos, dignidad, justicia y libertad.
Entre los oradores de diversas federaciones de sindicatos, Hernán Chiroque, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Construcción, del que también fue dirigente Huilca, llamó a seguir su legado y entrega a la causa obrera.
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