Los obreros han expresado varias preocupaciones por las cuales iniciaron la sentada subterránea, entre ellas, la presunta distribución injusta de acciones entre la fuerza laboral.
Asimismo, alegan mal manejo por parte de la gerencia de los planes de acciones de los empleados y los fondos de pensiones después de que Impala comprara la mina.
También algunos empleados afirman haber sido suspendidos como resultado de expresar sus quejas.
Rechazan ademáa el que la administración de la mina de platino haya emitido una advertencia sobre las consecuencias legales contra los empleados involucrados en una sentada subterránea no autorizada.
Ante la protesta, la gerencia de la instalación advirtió que cualquier empleado que participe en la acción de protesta podría enfrentarse a cargos penales.
En una declaración, esa instancia aseguró haber suspendido las operaciones mineras en los dos pozos donde se están llevando a cabo la protesta y retiraron a todos los demás empleados de las áreas de trabajo subterráneas.
Impala Bafokeng dice que han notificado a las autoridades pertinentes, e implementado medidas de emergencia para salvaguardar la salud y la seguridad de los trabajadores en huelga.
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