Tras los informes de combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido en las cercanías de Wad Medani, estado de Al-Jazirah, el titular insistió en la necesidad de frenar las hostilidades.
La urbe ha servido como centro de operaciones humanitarias desde el inicio del conflicto y no se había visto directamente afectada hasta estos recientes combates.
Sin embargo, en las últimas jornadas la inestabilidad en algunas zonas de Wad Medani amenaza con privar a millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria crucial y provocar nuevas oleadas de desplazamientos.
La ciudad fue anteriormente un refugio seguro para desplazados de Jartum, la capital.
La ONU reiteró el llamado a las Fuerzas Armadas Sudanesas y a las Fuerzas de Apoyo Rápido a que cesen inmediatamente los combates y se comprometan a un cese duradero de las hostilidades.
Al mismo tiempo, instó a las partes a cumplir con sus obligaciones bajo el derecho internacional de proteger a los civiles y permitir el acceso humanitario.
Las operaciones de la ONU continúan suspendidas lo que podría afectar a dos millones de personas que reciben ayuda, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las entidades humanitarias se vieron obligadas a disminuir su presencia en Wad Medani debido a los combates y personal se trasladó a estados vecinos pero están preparados para regresar una vez que la situación de seguridad lo permita.
Al mismo tiempo, preocupa la amenaza de saqueos y una mayor destrucción de almacenes y suministros humanitarios.
De acuerdo con OCHA, al menos un cuarto de millón de personas han huido del estado, según informes iniciales de la Organización Internacional para las Migraciones.
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