Por Edgar Amílcar Morales
Corresponsal de Prensa Latina en Chile
El principal evento continental, el segundo en magnitud después de los Juegos Olímpicos, puso en tensión la capacidad de gestión institucional chilena en economía, seguridad, transporte y otros servicios públicos.
Los trabajos se iniciaron prácticamente desde el 4 de noviembre de 2017 en Praga, República Checa, cuando se anunció que Santiago fue seleccionada como sede de los XIX Juegos Panamericanos.
No era, por cierto, la primera ocasión en que la capital chilena recibía ese honor, pues en 1975 y 1987 se le otorgó la sede, pero el régimen militar encabezado por Augusto Pinochet lo declinó, presuntamente por problemas económicos.
No obstante, muchos están de acuerdo en que la verdadera razón fue política. En el 1975 estaba reciente el cruento golpe de Estado contra Salvador Allende y el repudio internacional a la dictadura era muy fuerte en todo el mundo.
Doce años después, en el 1987, ya eran patentes las manifestaciones y otras formas de rechazo interno contra Pinochet y la camarilla golpista seguramente no quiso arriesgarse a una rechifla ante los ojos del planeta.
La tercera, que como reza el refrán, fue la vencida, ocurrió durante los últimos meses del gobierno de Michelle Bachellet y en esta ocasión el Estado si asumió la responsabilidad de llevar adelante el principal evento multideportivo continental.
Algunas voces auguraban que el estallido social iniciado en octubre de 2019 hasta marzo del 2020 y la crisis sanitaria por la Covid-19 darían al traste con los esfuerzos desplegados, pero afortunadamente esto no ocurrió.
Fue al Gobierno de Gabriel Boric al que correspondió la etapa final en 2022 y 2023 y en particular este último año muy tenso por la necesidad de tener a punto todas las instalaciones sede de las competencias.
Así lo dijo Harold Mayne-Nicholls, quien asumió la dirección ejecutiva de la Corporación Santiago 2023 en junio pasado, tras la renuncia forzada de Gianna Cunazza por problemas administrativos.
Pese a las dificultades que aparecieron en el camino, el también periodista aseguró sentir la satisfacción de cumplir con el objetivo trazado.
Razones no le faltan. A pesar de pequeños inconvenientes, todas las instalaciones funcionaron de manera eficiente y garantizaron la participación de más de siete mil representantes de 41 Comités Olímpicos en los Panamericanos celebrados del 20 de octubre al 5 de diciembre.
En ese apretado calendario se disputaron medallas en 40 deportes y 59 disciplinas, con un total de 421 eventos en la Región Metropolitana, Valparaíso, O’Higgins y el Biobío.
Particularmente bueno fue el desempeño del corazón de Santiago 2023, el Parque Deportivo Estadio Nacional, donde estuvieron las modalidades acuáticas, atletismo, gimnasia, baloncesto, esgrima, hockey césped, judo, taekwondo y karate, entre otros.
La Villa Panamericana funcionó muy bien y en su gigantesco comedor los deportistas pudieron disfrutar lo mejor de la culinaria chilena e internacional, en la proporción y preparación adecuadas.
Otro éxito fue la presencia del público en los recintos, pues en total se vendieron más de un millón y medio de entradas, además de las entregadas gratuitamente a menores de 18 años de edad y adultos por encima de los 65.
Esa asistencia convirtió a la cita santiaguina en la más vista en directo en la historia.
Un detalle importante fue la presencia de la mascota de los juegos, Fiu, el ave de siete colores, que despertó gran simpatía entre espectadores, atletas, técnicos y periodistas.
Los Juegos Panamericanos Santiago 2023 distribuyeron en total mil 380 medallas, de ellas 426 de oro, igual número de plata y 528 de bronce y los primeros cinco lugares correspondieron a Estados Unidos, Brasil, México, Canadá y Cuba.
Concluida esta etapa se abrió un paréntesis para acondicionar la Villa y los escenarios de las competencias antes de inaugurar el 17 de noviembre los séptimos Juegos Parapanamericanos que durante 10 días concentraron la atención en el mundo de los deportes.
Alrededor de dos mil paratletas de 33 países se dieron cita en Santiago para disputar 380 pruebas en 17 deportes y 18 disciplinas.
Por sexta ocasión Brasil dio muestras de su amplio dominio al ubicarse en primer lugar con 158 medallas de oro, 98 de plata y 89 bronces, muy por encima de Estados Unidos (55-58-53) y Colombia (50-58-53).
Chile, anfitrión de los juegos, logró su mejor desempeño histórico, al superar la actuación en Lima 2019 con 16 títulos, 20 segundos lugares y 15 terceros, para un total de 51 medallas.
Por los locales brillaron Luis Flores, Maximiliano Rodríguez, Tamara Leonelli y Florencia Pérez, quienes además del oro consiguieron su boleto a los Paralímpicos de París el año próximo y se unieron a Katherine Wollermann, Alberto Abarza y Vicente Almonacid.
También clasificó al evento mundial Mariana Zúñiga, gracias a su medalla de plata en el para tiro con arco.
En los Parapanamericanos de Santiago 2023 se rompieron cinco récords mundiales, encabezados por la brasileña Elizabeth Rodríguez, quien a sus 58 años impuso marca en disco femenino categoría F53 con 17,80 metros.
Le acompañaron el cubano Robiel Yankiel en parasalto largo; Samuel Oliveira, de Brasil, en 400 metros del paratletismo; José Gregorio Lemus, de Colombia, en jabalina, y la mexicana Osiris Machado, en el disco femenino categoría F64.
También brillaron el colombiano Carlos Serrano, con siete medallas, cuatro de oro, dos de plata y una de bronce en la paranatación, así como la cubana Omara Durand, quien ganó los títulos en 100 y 200 metros planos, con nuevo récord papapanamericano en esta última prueba.
La atleta de 32 años acumula 13 medallas de oro en su historia en los Juegos Parapanamericanos.
Quizás el mejor resumen del evento lo hizo Francisco Cayulef, doble campeón de tenis en silla de ruedas, cuando afirmó que fueron días increíbles donde el movimiento paralímpico saltó a la fama y se premiaron años de duros sacrificios.
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