Desde finales de noviembre último, se han producido unos nueve kilogramos de uranio con una pureza de hasta el 60 por ciento, frente a los tres kilos mensuales de meses anteriores, afirmó el director general del OIEA, Rafael Grossi.
Aunque el tema resulta polémico, Irán siempre ha defendido que no tiene intención alguna de confeccionar armas nucleares; las motivaciones energéticas y las aplicaciones en el campo de la medicina distinguen el programa nacional del ramo con fines pacíficos.
Un acuerdo alcanzado en 2015 entre Teherán y las potencias nucleares limitó la capacidad interna para el enriquecimiento del uranio hasta una proporción que nunca rebasaría el cuatro por ciento del total producido.
A cambio, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea levantarían las sanciones contra esa República islámica del golfo Pérsico.
Sin embargo, en mayo de 2018, Estados Unidos abandonó el pacto y restableció las medidas unilaterales contra Irán al considerar que estaba violando el acuerdo y desarrollando armas nucleares.
El resto de los firmantes, Rusia, Reino Unido, China, Francia y Alemania, afirmaron entonces que estaban dispuestos a mantener el compromiso.
rgh/mjm
