La Agencia manifestó su profunda preocupación tras la agresión contra un sitio que albergaba a familias de refugiados vulnerables.
La turba rompió un cordón policial y arremetió por la fuerza contra 137 miembros de la comunidad rohingya en dos camiones y los trasladó a otro lugar de la ciudad.
El incidente dejó a las víctimas «conmocionadas y traumatizadas», agregó Acnur en un comunicado.
El organismo de la ONU sigue profundamente preocupado por la seguridad de los refugiados y pide a las autoridades policiales locales que tomen medidas urgentes para garantizar la protección de todas las personas desesperadas y del personal humanitario, agregó el texto.
De acuerdo con el comunicado, el hecho responde a una campaña coordinada de desinformación y discurso de odio, en un intento de difamar los esfuerzos de Indonesia para salvar vidas desesperadas en peligro.
Como respuesta, Acnur instó al público a rechazar las iniciativas de descrédito que atacan a las autoridades, las comunidades, los refugiados y los trabajadores humanitarios por igual, incitando al odio y poniendo vidas en peligro.
Además, pidió verificar la información publicada en Internet, gran parte de la cual es “falsa o retorcida, con imágenes generadas por inteligencia artificial y discursos de odio enviados desde cuentas de bots”.
Los rohingya son una comunidad mayoritariamente musulmana que ha huido de oleadas de persecución en Myanmar, un país predominantemente budista.
Casi un millón de personas viven en campamentos en Bangladesh y más de mil han llegado a Indonesia en barco en los últimos meses.
rgh/ebr