La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) advirtió recientemente que la expansión de las hostilidades en el país obstaculiza aún más los esfuerzos para llegar a los civiles necesitados, incluidos los recientemente desplazados por los combates en el estado de Al-Jazirah.
En las últimas dos semanas, unas 300 mil personas huyeron de zonas dentro y alrededor de la capital de dicho estado, Wad Medani.
A medida que llegan a otros estados –entre ellos Gedaref, Kassala, Mar Rojo, Sennar y Nilo Blanco– y cruzan la frontera hacia Sudán del Sur, las organizaciones humanitarias trabajan para brindarles asistencia.
Sin embargo, el portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujarric, advirtió que existe una necesidad urgente de recursos adicionales, incluidos alojamiento, alimentos y otros artículos básicos, ya que las existencias disponibles son escasas y la capacidad de trasladar suministros sigue siendo extremadamente difícil.
En el estado de Gedaref, se estima que unas 15 mil personas han buscado refugio en comunidades de acogida.
Los socios humanitarios están intensificando sus esfuerzos para proporcionar alimentos, agua, saneamiento, higiene y apoyo sanitario, así como servicios de protección, a las personas desplazadas a medida que llegan.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) condenó el jueves el saqueo de suministros de alimentos de sus instalaciones en el estado de Al-Jazirah el pasado fin de semana después de que elementos de las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido de Sudán irrumpieran en el almacén y la oficina, tras su toma de Wad Medani.
El almacén del PMA contenía más de dos mil 500 toneladas métricas de alimentos vitales, entre ellos legumbres, sorgo, aceite vegetal y suplementos nutricionales.
La ONU estima que casi 25 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en 2024, la mayoría de ellas en zonas conflictivas –entre ellas Jartum, Darfur y Kordofán– a las que es cada vez más difícil llegar para las agencias de ayuda.
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