Según el Instituto Haitiano de Estadística y Tecnología de la Información «la economía haitiana, como se esperaba, no ha podido reanudar el crecimiento durante el año fiscal 2022-2023, hundiéndose aún más en la recesión por quinto año consecutivo”.
De hecho, el PIB ya había disminuido un 1,7 por ciento en 2022, precisa el organismo hatiano.
Los principales retos siguen siendo la inflación, problemas con en el suministro y la distribución de productos petrolíferos, y la depreciación de la moneda nacional, combinada con un clima de inseguridad persistente.
Todo ello pone en peligro la aplicación de los programas y proyectos que deberían desarrollarse para alcanzar los objetivos de crecimiento y reducción de la pobreza.
Otro problema que daña al economía de Haití es el retroceso de la inversión privada y el bajo ritmo de ejecución del Programa de Inversión Pública, en particular el retraso en la aplicación del Plan Integrado de Recuperación de la Península Sur, los que no pueden desempeñar su papel de catalizador del crecimiento.
Las exportaciones que representan un promedio del 40 por ciento del PIB disminuyeron en torno al 21,6 por ciento en los primeros cinco meses del pasado año.
Además, influyen en los resultados económicos de Haití los fenómenos naturales derivados de cambio climático.
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