De los Santos indicó que la vecina nación puede edificar canales dentro de su territorio, pero no sobre el río Masacre o Dajabón, el cual debe ser respetado debido a un acuerdo que data de hace varias décadas.
Manifestó que República Dominicana respeta el comportamiento de los haitianos, pero señaló que en la frontera, del lado dominicano, quien controla son las autoridades de este país.
Reiteró que es inoportuno hacer ese planteamiento cuando se tratan de resolver por la vía diplomática los diferendos que existen entre las dos naciones.
Philippe, cabecilla del segundo golpe de Estado contra el presidente Jean Bertrand Arístide en 2004, fue extraditado de Estados Unidos a principios de diciembre pasado luego de seis años en prisión por blanqueo de capitales y tráfico de drogas.
El también ex jefe de policía del suburbio de Puerto Príncipe de Delmas de 1997 a 1999, visitó el martes pasado la zona fronteriza donde haitianos construyen un canal para desviar el curso del río Dajabón.
La edificación del canal de manera unilateral y sin la presentación de un proyecto técnico aumentó las tensiones entre las dos naciones a mediados del año pasado, cuando el presidente dominicano, Luis Abinader, dispuso el cierre total de la frontera.
El Gobierno de Santo Domingo considera ilegal la construcción de una toma en este río, que comparten de manera natural los dos países, y argumenta que podría provocar una reducción en su caudal , además de constituir una amenaza para los ecosistemas acuáticos y terrestres.
El Ejecutivo demanda e insiste en la paralización de la obra por el riesgo medioambiental y económico que representa, en tanto asegura que en ningún momento ese país presentó información sobre los objetivos e impacto del proyecto.
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