En declaraciones a la prensa, Türk pidió su liberación inmediata al alertar que su detención durante cerca de dos años puede ser considerada arbitraria.
Los comentarios del alto representante ocurren luego de que la exjefa de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Quetzaltenango fuera liberada esta semana de la cárcel pero continúa en arresto domiciliario.
Además coinciden con el incremento de la criminalización en contra de personas operadoras de justicia durante los últimos 12 meses en Guatemala que, a juicio del comisionado, socava la independencia del poder judicial y el Estado de derecho en el país.
Türk urgió a cesar la intimidación, el hostigamiento, el procesamiento y la persecución de quienes luchan por la rendición de cuentas en los casos de violaciones de derechos humanos así como de los que investigan casos de corrupción.
Todas esas formas de acoso son reprensibles y deben terminar, apuntó.
El representante reiteró su llamado a las autoridades guatemaltecas para que refuercen y garanticen la independencia del sistema judicial y brinden la protección necesaria a los operadores de justicia.
Por su parte, la relatora especial de la ONU sobre la independencia de los magistrados y abogados, Margaret Satterthwaite, consideró que los procesos contra Laparra se caracterizaron por violaciones.
Esto incluye retrasos indebidos y uso excesivo de la prisión preventiva, todo ello en condiciones que pueden poner en riesgo su salud y seguridad.
“Un principio fundamental de la independencia judicial es que los jueces no deben ser objeto de acciones penales o disciplinarias basadas en el contenido de sus decisiones legales y que los fiscales no deben ser criminalizados por cumplir sus funciones en la lucha contra la corrupción”, aseveró la relatora tras la noticia del encarcelamiento de Laparra.
lam/ebr