El portal Vermelho indica que, pasado un año de la situación calamitosa encontrada tras la gestión del exmandatario Jair Bolsonaro que desencadenó la crisis humanitaria y acciones del actual gobierno en el combate a la minería ilegal en la tierra indígena Yanomami, norteño estado de Roraima, Lula promovió un encuentro con ministros y otras autoridades.
Durante la cita hubo un balance para avanzar y hacer que los espacios nativos en el Amazonas y Roraima sean libres de la explotación irregular.
«Esta reunión es para definir, de una vez por todas, lo que nuestro gobierno hará para evitar que indígenas brasileños continúen siendo víctimas de masacre», señaló el fundador del Partido de los Trabajadores.
Ante tal escenario, el Gobierno anunció un presupuesto excepcional de 1,2 mil millones de reales (unos 240 millones de dólares) para la protección de la tierra indígena Yanomami, que pasa a ser permanente.
Los recursos serán aplicados en la llamada Casa del Gobierno, que prevé el refuerzo de la seguridad del territorio en el que los aborígenes viven amenazados por mineros ilegales.
A pesar de las medidas adoptadas a partir de enero de 2023, con la expulsión de muchos de estos buscadores ilícitos de oro, la situación sigue siendo grave en la región.
«Estamos preparando nuevas acciones aún más serias contra invasores, con la participación de diversos ministerios involucrados», escribió Lula en su perfil en la red social X. Pero el Gobierno quiere involucrar a 14 ministerios en total.
Apuntó que «vamos a tener que hacer un esfuerzo aún mayor, utilizar todo el poder que la máquina pública puede tener, porque no es posible que la gente pueda perder una guerra por minería ilegal, tala ilegal, para personas que están haciendo cosas contra lo que la ley determina. Tenemos territorios indígenas demarcados», remarcó.
De acuerdo con el Gobierno, la Policía Federal realizó 13 operaciones de combate a la minería en 2023.
Fueron en total 114 órdenes de registro y decomiso, 175 arrestos en flagrante, 589 millones de reales (117 millones de dólares) en bienes confiscados y 387 investigaciones que siguen en curso.
Hasta la fecha viven unos 26 mil yanomamis en una región de selva y sabana tropical en Roraima.
La reserva enfrenta invasiones ilegales desde hace décadas, pero las incursiones se multiplicaron desde que Bolsonaro asumió la presidencia en 2019, al permitir la minería en tierras previamente protegidas y legalizar la actividad.
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