Los recintos instalados en todo el país pueden albergar a 41 mil condenados y, si bien el Ministerio del Interior aseguró que existe control en todas las prisiones, el hacinamiento puede limitar esa capacidad, señalaron los gremios de trabajadores.
Mario Benítez, presidente de la Asociación de Oficiales Penitenciarios, afirmó que el movimiento de la población penal es mucho más rápido y dinámico respecto a las posibilidades del Estado.
Hoy día, agregó, Gendarmería, como se le llama al cuerpo encargado de la administración y control carcelario, tiene el mismo personal de hace 15 años.
Mientras, Benito Sarabia, líder de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, puntualizó que la construcción de un nuevo presidio demora entre ocho a 10 años como mínimo y a eso se agrega el rechazo de las comunas a tener una cárcel en su área.
Las autoridades y parlamentarios deben entender que lo ocurrido en Ecuador puede darse en nuestro país de no tomar medidas ahora, puntualizó Sarabia.
Un problema pendiente es el uso de teléfonos celulares desde adentro de un presidio hacia afuera, pues si bien está prohibido en los reglamentos, en la práctica se hace por la falta de inhibidores de señal.
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