Ambos conjuntos protagonizarán el juego de apertura en el icónico Estadio Lusail de Doha, en una edición 18 con participación de 24 equipos por segunda vez en la historia del torneo continental.
Menos de un mes tuvo el entrenador montenegrino Miodrag Radulovic para alistar al once libanés tras sustituir a mediados de diciembre pasado al técnico croata Nikola Juricevic.
En una segunda etapa al frente del fútbol libanés (2015-2019), el preparador apostó a su experiencia y concentró a la selección en la norteña Trípoli, además de lograr encuentros amistoso contra Jordania (victoria, 2-1) y Arabia Saudita (derrota, 1-0).
Líbano hará su tercera participación en este nivel (2000 y 2019) y mañana intentará dar la sorpresa y vencer al local y vigente campeón asiático, con la ambición de pasar por primera vez a octavos de final.
Como parte del grupo A, el conjunto de los cedros continuará su calendario contra los dos veces subtitulares de China el miércoles entrante y cerrará la fase eliminatoria ante el debutante Tajikistán el 22 de enero.
Radulovic fue protagonista de una clasificación histórica de Líbano a la fase final de la Copa Asiática de 2019 y bajo su mando el equipo alcanzó la mejor posición en el ranking de la FIFA en septiembre de 2018 cuando ancló en el escaño 77.
En el record de enfrentamientos directos frente a Qatar, Líbano muestra un empate y siete derrotas con balance de tres goles a favor y 17 en contra.
A nivel de Copa Asiática, el equipo libanés cedió 2-0 ante el plantel qatarí en la fase de grupos de la pasada versión en Emiratos Árabes Unidos.
En dos actuaciones anteriores, la selección libanesa disputó seis choques con marca de una sonrisa, dos empates y tres descalabros, además marcó siete goles y permitió 12.
Del lado contrario, Qatar intervendrá por undécima vez y su mejor resultado fue la corona en la justa de 2019 cuando logró siete victorias sin perder, anotó 19 tantos, sufrió sólo un gol y mantuvo su portería a cero en 609 minutos, la mayor cantidad en la historia del torneo.
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