En sus más de cinco horas de exposición ante la Asamblea Nacional (parlamento), a propósito de su mensaje anual de memoria y cuenta, el gobernante dedicó poco más de una a explicar estas acciones criminales planificadas desde Miami, Estados Unidos, y Colombia.
El mandatario reveló que las operaciones incluían su asesinato, el del ministro de Defensa Vladimir Padrino y otros líderes civiles y militares, y responsabilizó de ello a la Administración de Control de Drogas (DEA) con base en Colombia y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense.
La base de la DEA en ese país vecino y sus funcionarios principales siguen actuando junto a los grupos del narcotráfico y conspirando contra la República Bolivariana, denunció, y apuntó que en las acciones golpistas y de asesinato están implicados la extrema derecha miamense y civiles y militares.
Maduro afirmó que las cuatro conspiraciones fueron planeadas en los meses de mayo, agosto, noviembre y diciembre y en las mismas participaron componentes extranjeros.
Se hicieron todas las diligencias judiciales, de inteligencia e investigación pertinentes y fueron desmanteladas, expresó.
Indicó que le informó al gobierno colombiano que la base de la CIA en ese país, establecida durante los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, “sigue actuando de manera secreta e impune”, conspirando contra Venezuela.
Maduro aseguró que esta conspiración une el eje Miami-Colombia y tiene su epicentro en la frontera con la nación neogranadina.
Señaló que las cuatro oportunidades serán conocidas y apuntó que está entregando pruebas, grabaciones, testimonios, “porque todos los involucrados civiles y militares, nacionales y extranjeros, están convictos y confesos.
Las cuatro conspiraciones que la ultraderecha montó, junto al narcotráfico colombiano, la CIA y la extrema derecha miamense, tenían el objetivo, además, de crear “un caos y una conmoción” en el país para cortar el proceso de paz y estabilidad, de recuperación y para que no llegara el 2024 en paz, añadió.
El presidente agradeció la enorme lealtad probada de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, el Servicio Bolivariano de Inteligencia, a la Fuerza Armada Nacional y a la inmensa unión cívico militar policial.
En respuesta a estos complots, Maduro anunció en la semana la activación de un denominado Plan Furia Bolivariana, que incluye a todas las fuerzas revolucionarias y chavistas, para responder de manera contundente a “cualquier intentona terrorista”.
Expresó no tener dudas de que cualquier alternativa violenta y sorpresiva, recibiría la respuesta apabullante del pueblo con el surgimiento de un “poderoso movimiento popular” que conduciría a la radicalización de la Revolución bolivariana.
Máxima vigilancia, máxima unión y preparados para cualquier agresión interna o externa contra el decoro, la unión, la cohesión y la lealtad absoluta constitucional de la Fuerza Armada Nacional, remarcó.
En su balance del trabajo realizado en 2023 y perspectivas para el 2024, el dignatario afirmó que la democracia de Venezuela vive hoy un momento estelar y mencionó los avances y logros de la Revolución Bolivariana el pasado año, pese a los «intereses mezquinos y particulares» de los odiadores de siempre.
Manifestó que el 2023 fue uno de los más exigentes, complejos y laboriosos de la última década, pero también de grandes metas cumplidas, de mucho aprendizaje, para ir afianzando el camino de la prosperidad, y aseguró que lo lograrán en unión nacional.
Como uno de los grandes logros del año que terminó, Maduro aludió al nivel de abastecimiento del país que alcanzó al cierre del 2023 el 96,7 por ciento, el más alto alcanzado en las últimas dos décadas.
También anunció, a partir del 1 de febrero, un ingreso mínimo indexado de los trabajadores que pasó de 70 dólares mensuales a 100 mediante el bono de guerra económica y la cesta ticket, mecanismos creados para mejorar el salario.
oda/jcd