El Mayor General del Ejército Libertador, considerado un maestro en el empleo de la táctica militar, intervino en más de 600 acciones combativas. Pasó a la historia como el Titán de Bronce por el ímpetu con que enfrentó al enemigo.
El embajador de Cuba aquí, Ángel Arzuaga, y otros diplomáticos de la nación caribeña, junto a miembros de la Campaña Dominicana de Solidaridad, de la Asociación Máximo Gómez de cubanos residentes y autoridades de la provincia, visitaron el monumento al patriota cubano en el Parque La Puntilla.
«En Puerto Plata, novia del Atlántico, rendimos homenaje a Antonio Maceo Grajales, quien llegó a esta hermana nación el 11 de febrero de 1880, para actividades independentistas. Participamos amigos, cubanos residentes, vicealcaldesa y la embajada cubana», publicó el consulado cubano en las redes sociales.
En otro mensaje también precisó que durante la visita efectuada por funcionarios consulares y el embajador a esa ciudad, se realizó un Consulado Itinerante «en el cual pudimos intercambiar con la comunidad cubana radicada en esa localidad».
Antonio Maceo es recordado por la Protesta de Baraguá, hecho histórico que demostró la decisión de un pueblo de vivir libre; cayó en combate el 7 de diciembre de 1896 en San Pedro, provincia de La Habana, y sus restos descansan en el monumento de El Cacahual del mismo territorio.
Historiadores reseñan que el 5 de septiembre de 1879, ya comenzada la Guerra Chiquita, Maceo lanzó una proclama desde Kingston, junto con Calixto García, llamando a los cubanos a las armas.
Después de múltiples gestiones para regresar a Cuba, el 2 de julio de 1880 logró salir de Puerto Plata en el vapor Santo Domingo, al frente de 34 expedicionarios, pero la persecución de una nave española lo obligó a poner rumbo a Islas Turcas, al norte de República Dominicana, frustrándose así su desembarco en la mayor de las Antillas
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