Estas miniaturas imitan las formas de un hemíptero y de un zancudo de agua, y pesan ocho y 55 miligramos respectivamente, en tanto ambos pueden moverse a unos seis milímetros por segundo.
“Es rápido en comparación con otros micro robots a esta escala, aunque todavía está por detrás de sus parientes biológicos”, aseguró en un comunicado Conor Trygstad, estudiante de doctorado en la Escuela de Ingeniería Mecánica y de Materiales y autor principal del trabajo.
Explicó que una hormiga suele pesar hasta cinco miligramos y puede moverse a casi un metro por segundo.
Según los expertos la clave de los robots miniaturas son sus pequeños actuadores que hacen que los robots se muevan.
Trygstad utilizó una nueva técnica de fabricación para miniaturizar el actuador hasta menos de un miligramo, el más pequeño fabricado hasta la fecha.
“Los actuadores son los más pequeños y rápidos jamás desarrollados para microrobótica”, comentó Néstor O. Pérez-Arancibia, profesor asociado en Ingeniería en la Escuela de Ingeniería Mecánica y de Materiales del centro universitario, quien dirigió el proyecto.
En las pruebas preliminares, el actuador también pudo levantar más de 150 veces su propio peso.
De acuerdo con sus creadores, estos micro robots pueden utilizarse para trabajar en áreas como la polinización artificial, la búsqueda y el rescate, la vigilancia ambiental, la microfabricación o la cirugía asistida por robots.
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