El número de homicidios se duplicó con creces en el país el pasado año, según el informe de la ONU, cuyo máximo representante António Guterres manifestó estar «consternado por el asombroso nivel de violencia de las bandas, que sigue empeorando y está destruyendo las vidas de los haitianos, en particular en Puerto Príncipe».
Guterres alertó en diciembre último sobre el limitado progreso en el diálogo entre los actores políticos en Haití, al tiempo que llamó a restablecer las instituciones democráticas, las cuales deben garantizar elecciones creíbles, participativas e inclusivas para lograr un estado de derecho y seguridad sostenible.
El alto representante de la ONU exhortó a los actores políticos y partes interesadas a unirse en la búsqueda de un amplio consenso como cuestión prioritaria.
Insistió en las expectativas por el despliegue de seguridad que se necesita con urgencia para la Policía Nacional de Haití.
Ese mecanismo, autorizado por el Consejo de Seguridad, llevará una misión de Apoyo Multinacional a la seguridad, liderada por Kenia.
Guterres reiteró la necesidad de fomentar el diálogo interhaitiano hacia una solución política duradera e inclusiva para restaurar las instituciones democráticas en medio de la agudización de la crisis.
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