El plan que sigue el Ejecutivo actual llamó a “transitar de una economía extractiva que destruye la naturaleza para sobrevivir y para crecer, hacia una basada en la producción regenerativa, limpia y circular”.
El documento calificó de consecuente ese propósito con la necesidad de frenar el cambio climático, preservar la biodiversidad e integridad de los paisajes verdes, que es positiva para el entorno, subrayó.
Entre las prioridades en tal sentido de la administración 2024-2028 destacó la generación de oportunidades para emprendimientos comunitarios.
Describió que prevé invertir más de siete mil millones de quetzales (cerca de 900 millones de dólares) en programas directos para la recuperación de los suelos, aguas y los bosques.
La estrategia concebida sumó otros esfuerzos por producir energía con recursos renovables y la transformación productiva de este territorio centroamericano con una visión de sostenibilidad.
También, apoyará el saneamiento ambiental, tratamiento de aguas, desarrollo de un nuevo modelo para el manejo integral de los residuos sólidos y la construcción de medios masivos de transporte con menor impacto ecológico.
Entre las acciones reflejaron además la recuperación y preservación de cuencas hidrográficas, restauración de áreas boscosas y mantenimiento a otras.
Aparte, el reforzamiento del programa Probosques y dar certeza jurídica a tierras y bosques comunales y municipales.
Arévalo en su primer discurso al país durante la toma de posesión el pasado 15 de enero colocó el cambio climático como el desafío más crítico y urgente.
El presidente y la vicemandataria Karin Herrera ofrecieron además generar desarrollo para las grandes mayorías en la seguridad, salud, educación, infraestructura, entre otros.
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