De acuerdo con un informe del Banco de Italia, divulgado por el diario La Repubblica, un medio que significativamente es controlado a través del Grupo Editorial GEDI por la familia Agnelli, considerada una de las más poderosas del país, esa desigualdad en la distribución de la riqueza es grande, pero “inferior a la media de la zona del euro”.
Entre las familias más pudientes de este país se encuentran además las de los Versace, los Ferragamo y los Benetton, poderosas dinastías que junto a otras acumularon sus fortunas en una variedad de industrias, desde la moda y el diseño hasta la fabricación de automóviles y la banca.
Los datos contenidos en ese reciente análisis bancario apuntan que la categoría más adinerada entre los italianos es la de los trabajadores autónomos, con cuatro mil 255 millones de euros de riqueza neta, cifra muy superior a la de los asalariados, con dos mil 824 millones y la de los pensionados, con dos mil 252 millones de euros en total.
Lo que enriquece a los autónomos es lo que las estadísticas del Banco de Italia definen como riqueza corporativa, tanto la representada por acciones y otras participaciones no cotizadas, como la no financiera, que consiste en propiedades no residenciales, tierras de cultivo, plantas y maquinaria, inventarios o la propiedad intelectual.
En cuanto a la riqueza neta per cápita, las diferencias entre autónomos y asalariados se acentúan, pues los primeros cuentan con unos 379 mil euros por persona, mientras los segundos se detienen en 104 mil euros y acaban siendo superados también por los pensionistas, cuya riqueza media es de unos 146 mil euros.
El Banco de Italia sostiene que las familias menos ricas pueden depender principalmente de la propiedad de la vivienda, mientras que las más pudientes tienen una cartera más diversificada en acciones, depósitos y pólizas.
El peso de la vivienda cayó en los últimos años del 55,8 al 50,2 por ciento a nivel agregado, pero para las familias más pobres creció cuatro puntos porcentuales.
La reducción del peso de los títulos de deuda fue especialmente acentuado para la parte más rica, con una caída de más de siete puntos porcentuales, frente a un aumento significativo del peso de las acciones, los seguros de vida y las participaciones en fondos mutuos.
Se destaca en el estudio el endeudamiento de las familias más pobres, pues cada empleado soporta como promedio 11 mil euros de hipotecas y dos mil euros de préstamos, agrega la fuente.
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