La Asociación Profesional de Colegios Privados –que hizo partícipe de sus demandas a las escuelas públicas- lamentó la desolación y deterioro de las instituciones.
Criticaron la pérdida de derecho a la vida, a la libre circulación y otros motivos que propician que la juventud escape de su tierra natal en busca de mejores condiciones de vida en otras latitudes.
Las escuelas de Haití, públicas y privadas, están sufriendo mucho, y la realidad en los planteles es sombría, debido a la incertidumbre, ansiedad, frustraciones, angustia e incluso tristeza, subraya un comunicado divulgado aquí.
Existen dificultades para enseñar con calma, retener a los docentes, pagarles adecuadamente y cumplir con múltiples obligaciones.
Los maestros haitianos pidieron hacer actos dignos como: utilizar recursos para ayudar a las escuelas con mala situación financiera, la cancelación de las deudas de los colegios con las autoridades fiscales y conceder una moratoria de cinco años a los planteles laicos.
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