La reunión extraordinaria fue convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y otras agencias de la ONU y se realiza en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El objetivo del encuentro es avanzar en la definición de políticas públicas para superar el daño en el proceso de enseñanza-aprendizaje causado por la pandemia de Covid-19 y modificarlo para hacerlo eficaz en el mundo de hoy.
Durante la inauguración del evento el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, se refirió a cómo la crisis sanitaria global profundizó las brechas ya existentes respecto al acceso al sistema escolar, algo que, dijo, es urgente remediar.
No se trata, señaló el canciller, simplemente de metas a cumplir dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, sino de una obligación de todos para mejorar la vida de las futuras generaciones en la región.
En este sentido, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, recordó que la educación es un elemento central para abordar y superar la triple trampa de desarrollo en que está sumida América Latina y el Caribe.
La realidad de nuestra área, puntualizó, está caracterizada por una alta desigualdad, la crónica incapacidad para crecer a tasas más elevadas y las insuficiencias institucionales para enfrentar tales desafíos.
Toda estrategia exitosa de desarrollo sostenible, protección al medio ambiente, así como de crecimiento y empleo, requiere necesariamente invertir en la formación y preparación del capital humano, aseguró Salazar-Xirinachs.
El ministro chileno de Educación, Nicolás Cataldo, aseguró que la Covid-19 causó muchas pérdidas y remeció un hilo fundamental, un nexo cultural que une a las familias y a cada uno de sus miembros con un establecimiento educativo.
“Nuestra misión es que nuestros niños y adolescentes vuelvan a la escuela, se reencuentren con ellas y vean en sus aulas un ejercicio transformador”, afirmó.
Mientras, Claudia Uribe, directora de la oficina regional multisectorial de la Unesco en Chile, se refirió a la amplia respuesta a esta convocatoria e invitó a trabajar juntos para conseguir el objetivo de pasar del compromiso a la acción y lograr sociedades más justas.
Otros oradores señalaron la importancia de mantener la calidad educativa en un mundo que vive otros retos igual de complejos, como el cambio climático, la crisis económica, inseguridad alimentaria, migraciones y los desafíos de la digitalización y la inteligencia artificial.
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