La Archidiócesis de Puerto Príncipe expresó su gratitud a Dios por la recuperación de las devotas secuestradas el 19 de este mes junto a otras dos personas en la avenida Christophe, en el centro de Puerto Príncipe.
«Este acontecimiento traumático puso a prueba una vez más nuestra fe, pero ésta permanece inquebrantable», subraya el comunicado conjunto con la Congregación y la Conferencia Haitiana de Religiosos.
Exhortaron al Estado a que responda con mayor eficacia a sus deberes para evitar futuros atentados contra la dignidad humana.
El domingo pasado el Papa pidió que fueran liberadas esas hermanas de la fe.
Ante decenas de miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice expresó: “recibí con dolor la noticia del secuestro, en Haití, de un grupo de personas, entre ellas seis religiosas”.
Francisco pidió encarecidamente su liberación y comentó que reza por la armonía social en el país caribeño e invitó a todos a poner fin a la violencia, que tanto sufrimiento causa en la población.
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