Aunque se prevé que mejore moderadamente hasta el 2,7 por ciento en 2025, se mantendrá por debajo de la tasa tendencial anterior a la pandemia de la Covid-19 (3,0), subrayó el texto lanzado en la sede de la Comisión Económica para África (ECA).
El director de la División de Macroeconomía y Gobernanza de ECA, Adam Elhiraika, explicó que las condiciones financieras estrictas, junto con un riesgo creciente de fragmentación geopolítica, plantean riesgos cada vez mayores para el comercio mundial y la producción industrial.
Si bien la economía global evitó el peor escenario de una recesión en 2023, se vislumbra un período prolongado de bajo crecimiento, mientras que las perspectivas para muchos países en desarrollo, especialmente los vulnerables y de bajos ingresos, seguirán débiles, subrayó.
Elhiraika señaló que la economía demostró ser más resiliente de lo esperado el año pasado en medio de un importante ajuste monetario y persistentes incertidumbres políticas, incluso cuando múltiples shocks derivados de los conflictos y el cambio climático tendrán un efecto en las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas.
El informe de Naciones Unidas indicó que los países en desarrollo enfrentan perspectivas divergentes a corto plazo.
El crecimiento económico de África seguirá débil y aumentará de un promedio del 3,3 por ciento en 2023 al 3,5 por ciento en 2024.
Sobre la inflación, después de aumentar durante dos años, ese parámetro global disminuyó en 2023, pero se mantuvo por encima del promedio de 2010-2019. El indicaro general mundial cayó de 8,1 por ciento, el valor más alto en casi tres décadas, a aproximadamente 5,7 en 2023, reveló el texto.
En ese sentido, el Oficial de Asuntos Económicos de la ECA, Hopestone Chavula, destacó que, aunque la subida de los precios de bienes y servicios a nivel global está disminuyendo, el de los alimentos puede exacerbar la inseguridad y la pobreza.
De igual modo, el ajuste monetario por parte de los principales bancos centrales de los países desarrollados tendrá importantes efectos indirectos en los Estados en desarrollo.
Sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, el informe precisó que el fortalecimiento del multilateralismo acelerará su progreso.
“El mundo sigue siendo vulnerable a shocks perturbadores, incluida una crisis climática que avanza rápidamente y conflictos en aumento. La urgencia y el imperativo de lograr el desarrollo sostenible subrayan que ahora más que nunca se necesita una fuerte cooperación global”, concluyó.
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