Tras la ejecución de Kenneth Eugene Smith el jueves, la vocera del organismo, Ravina Shamdasani, desestimó que se trate de una forma funcional para terminar con la vida de cualquier condenado.
«Vimos que las autoridades emitieron una declaración diciendo que funcionaba, y es un método satisfactorio pero no lo es», remarcó la portavoz.
Shamdasani lamentó la aplicación a pesar de las serias preocupaciones de que el método de asfixia por gas nitrógeno, no probado antes, puede equivaler a una violación de los tratadosde derechos humanos de los que Estados Unidos es firmante.
«La pena de muerte es incompatible con el derecho fundamental a la vida. Instamos a todos los Estados a que establezcan una moratoria sobre su uso, como paso hacia la abolición universal», pidió además.
La portavoz dijo que la instancia de Derechos Humanos está muy preocupada porque el caso pueda pueda abrir la puerta a nuevas ejecuciones.
Por eso sentimos la necesidad de volver a hablar claramente de que esto no es aceptable, dijo al alertar que otros estados como Mississippi y Oklahoma aprobaron la ejecución por asfixia de nitrógeno.
Kenneth Eugene Smith fue acusado de asesinato a sueldo y sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en 1988.
Durante el juicio, fue declarado culpable por una decisión casi unánime del jurado (11 a uno), sin embargo, el juez de sentencia anuló la recomendación del jurado y lo condenó a muerte. Después de que Smith estuviera más de 30 años en prisión, las autoridades de Alabama intentaron ejecutarlo en noviembre de 2022 mediante inyección letal, pero el intento fracasó.
Smith y su abodago solicitaron la semana pasada al Tribunal Supremo que suspendiera el procedimiento, sin embargo, la corte desestimó la petición una jornada antes de que lo ejecutaran.
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