Los habitantes de las localidades de Trou-du-Nord, Terrier-Rouge, Fort-Liberté y Ouanaminthe bloquearon calles, caminos y carreteras, y las actividades comerciales recesaron de manera forzada, mientras que los colegios no abrieron sus puertas para recibir a los estudiantes.
Bien temprano en Ouanaminthe se oyeron disparos, pero las autoridades sanitarias no dieron parte de muertos, ni de heridos llegados a los centros asistenciales.
Con el objetivo de derrocar a Henry la oposición intentó paralizar desde hoy a la nación antillana por cinco días consecutivos, y convertir a la capital en una ciudad fantasma.
La convocatoria fue emitida por el ex senador, Jean Charles Moïse para reanudar las movilizaciones antigubernamentales no solo en Puerto Príncipe, sino en todo el territorio nacional.
El líder de la Plataforma “Pitit Desalin” reiteró que el objetivo de las revueltas callejeras es el mismo, derrocar el gobierno de Henry, y poner fin a la dominación burguesa.
Charles Moïse pidió a la población haitiana que cierre las puertas de las instituciones públicas sin distinción alguna, y descartó cualquier posibilidad de manifestaciones pacíficas, las cuales no tendrán hora, ruta, ni destino.
El exsenador aconsejó a la policía no interferir en esta batalla popular para apuntalar a Henry, que lleva un mandato cargado de criminalidad, corrupción y sin estabilidad.
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