Por medio de un comunicado, reconoció al pueblo boliviano y a su legítimo representante, el Estado Plurinacional de Bolivia, por su decisiva contribución tanto al mejoramiento de las condiciones de vida de su población trabajadora como al proceso de integración soberana de nuestra Patria Grande.
En tal sentido, el movimiento sindical clasista colombiano agrupado en las filas militantes e internacionalistas de la Federación Sindical Mundial expresó su admiración y apoyo al proceso de transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales que emprendió Bolivia el 22 de enero de 2006.
En esa fecha, el pueblo trabajador tomó en sus manos el destino del país y comenzó a dar al traste con más de quinientos años de sojuzgamiento político, sobreexplotación social, segregación racial y despojo económico y, en apenas 18 años, saltan a la vista los incontrovertibles cambios que -bajo el liderato del Movimiento Al Socialismo- se han alcanzado en los diversos campos de la vida.
Subrayó que, no menos relieve merecen la restauración de la soberanía, la nacionalización de las riquezas naturales, el camino de la industrialización y otras políticas puestas en marcha en ese breve periodo.
Se trata de políticas de Gobierno que aparte de contribuir a la redención social, constituyen un jalón decisivo al prometedor proceso de emancipación anticolonial y un aporte esencial a la integración que adelantan hoy los pueblos y naciones latinoamericanas y caribeñas, aseveró.
«Bajo estas consideraciones, el Secretariado Nacional de FSM Colombia ve con preocupación las fricciones entre las fuerzas progresistas y revolucionarias que abanderan el cambio en Bolivia», consideró.
La colectividad hizo un llamado fraterno a que aúnen esfuerzos en procura de consolidar las transformaciones, dejando de lado acciones de presión que puedan resultar perjudiciales para ese valeroso pueblo que en el año 2020 recuperó la ruta democrática (arrebatada por la oligarquía golpista) y que es referente mundial por sus logros sociales.
«Cuando en verdad se comparten los mismos principios y fines democráticos y humanistas, no hay razón para marchar por sendas distintas; tal eventualidad sólo favorece a las fuerzas regresivas del fascismo y el imperialismo, que acechan y se conjuran para estrangular las aspiraciones e intereses legítimos de nuestros pueblos», advirtió.
Reiteró que la esperanza está en la unidad forjada en el curso de las luchas conjuntas contra el verdadero enemigo de los trabajadores: el explotador capitalista-imperialista y demás poderes depredadores y opresivos.
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