La iniciativa forma parte del proyecto Organizaciones Caribeñas para un Medio Ambiente Resiliente (CORE), que persigue mejorar la resiliencia de grupos vulnerables al cambio climático en ocho territorios caribeños durante los próximos cuatro años, con finalización en julio de 2027.
El proyecto, con valor total de 13,4 millones de dólares canadienses, está cofinanciado por GAC y el CBF, en tanto su surgimiento responde al hecho de que el cambio climático impacta de manera diferente a hombres y mujeres, y la desigualdad de género sigue siendo un problema apremiante en el Caribe.
CORE se implementará en Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas así como Surinam, con vistas a aumentar la resiliencia de los grupos vulnerables en estos países, y sus beneficios incluyen fondos fiduciarios para la conservación, organizaciones de derechos de las mujeres, ambientalistas y juveniles.
Durante una reunión con partes interesadas locales, incluidos representantes de varios ministerios, el Consejo Nacional de Mujeres de Dominica, la Fundación GEMS, el Servicio Universitario Mundial de Canadá y la Fundación Nacional de Desarrollo de Dominica compartieron ideas relevantes sobre el cambio climático.
El foro aportó contribuciones desde las áreas de la reforestación, la agricultura climáticamente inteligente, la conservación marina y el aprovechamiento de los recursos naturales para brindar oportunidades de medios de vida, reportó el diario Dominica Online News.
Luego de intensos debates, el equipo visitó granjas administradas principalmente por mujeres en Morne Prosper,lo que permitió identificar los desafíos que afectan la biodiversidad debido a factores estresantes climáticos, y posibles oportunidades para soluciones de acción climática con perspectiva de género.
Actualmente, la región tiene hasta siete veces más probabilidades de sufrir un desastre natural que otros estados, y cuando ocurren pueden causar hasta seis veces más daños según expertos, quienes entienden que el abordaje de las brechas de género no sólo puede estimular el crecimiento económico, sino también mejorar la resiliencia climática. lam/chm