En el agua del acueducto municipal de Turrialba, en el sistema Rio Claro, fueron detectadas sustancias hidrocarburos en los rangos C16-C34 y C34-C50.
Estas son partículas que normalmente se encuentran en productos como aceites, lubricantes, grasas y algunos tipos de combustibles; además su presencia en el agua no es común, alerta un comunicado de la entidad sanitaria, circulado en esta jornada a la prensa.
Debido a esto el ministerio de Salud está tomando todas las medidas necesarias para proteger la salud.
Aunque estos hallazgos puedan preocupar, se le aclara a la población que la información científica disponible nos indica que el agua aún puede ser utilizada para lavarse las manos y para el aseo personal, pero no se permite el consumo ni utilizarla para cocinar hasta que confirmemos que es completamente segura.
De esta manera la municipalidad de Turrialba debe comunicar a todas las comunidades afectadas, utilizando diferentes medios para asegurar que todos, incluyendo a quienes tienen discapacidades visuales o auditivas, estén informados adecuadamente.
Deberán distribuir agua potable a través de camiones cisterna para todas las personas afectadas, con el fin de que no les falte agua segura para beber y se solicita un plan de muestreo del agua cada 24 horas. Este deberá ser llevado a cabo por un laboratorio acreditado y los resultados se deberán compartir con el ministerio de salud, para su revisión constante.
Precisan las recomendaciones que se ha solicitado a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) que investigue a fondo para encontrar una posible causa de esta situación y se le pide a la población seguir las indicaciones dadas.
El pasado 22 de enero, vecinos de las localidades capitalinas de Goicochea, Morabia y Tibás denunciaron que el agua potable olía y sabía a gasolina. Tres días después el Ministerio de Salud confirmaba la presencia de hidrocarburos en el líquido.
Junto al Instituto Costarricense de Agua y Alcantarillado (AyA) comenzaron las
investigaciones y descartaron que fuera gasolina y que el origen fuera en la planta potabilizadora de esa entidad.
Solicitaron apoyo de científicos de la Universidad de Costa Rica, quienes demostraron que se trababa de xileno, un hidrocarburo derivado del petróleo.
El Ministerio de Salud, tras los análisis preliminares, dio luz verde al uso del líquido solo para aseo personal, aunque las comunidades lo recibían mediante tanques cisterna. Al día siguiente, luego de los trabajos de descontaminación, se autorizó su uso general.
La crisis de casi dos semanas condujo además a la destitución por parte del Ejecutivo del presidente de AyA.
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