La medida comenzará a regir desde mañana, cuando la bandera será izada a media asta en la sede del Gobierno, las oficinas públicas y en las unidades de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
“Es la tragedia más grande que hemos vivido como país desde el terremoto del 27 de febrero de 2010. Lo digo para que seamos capaces de dimensionar el dolor y la magnitud de lo que estamos viviendo hoy día aquí en la quinta región”, dijo el mandatario en un recorrido por las zonas de desastre.
Boric señaló que una de las urgencias es recuperar los cuerpos de las personas fallecidas y para ello instruyó reforzar el Servicio Médico Legal con personal de otras regiones.
El presidente admitió que la cifra de muertos va a crecer significativamente, y fuentes del municipio de Viña del Mar estiman en más de 300 los desaparecidos.
Las autoridades decidieron mantener el toque de queda en las comunas de Villa Alemana, Viña del Mar, Quilpué y Limache, lo cual permite concentrar las fuerzas y los medios en apagar los incendios y salvar vidas, evitar los saqueos y el pillaje en zonas siniestradas.
En el combate al fuego participan 23 helicópteros, nueve aviones, 17 brigadas de la Corporación Nacional Forestal y mil 300 soldados de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas.
El presidente decidió habilitar el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, como espacio para realizar actividades con niños y adolescentes víctimas de la tragedia.
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