El ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció un plan de medidas destinadas a paliar los daños, entre ellas la entrega inicial a las familias damnificadas de un bono por 1,5 millones de pesos (unos mil 700 dólares) para compra de enseres y equipos perdidos por el fuego.
También habrá un apoyo para la reconstrucción de las casas destruidas, estimadas en unas seis mil, aunque el registro en el terreno continúa y la cifra final será sin duda más elevada.
Marcel señaló que sólo en el tema de la vivienda el gasto será de varios cientos de millones de dólares.
Se decidió condonar los recargos e intereses por atrasos en pagos de impuestos, la ampliación de plazos para declaraciones y la activación de seguros y apoyo comercial por medio del Banco Estado.
Igualmente, se aplicará la exención de tasas aduaneras para facilitar la recepción de donaciones internacionales, tanto de particulares como de instituciones.
El economista Juan Ortiz dijo al diario El Financiero que los costos en vivienda serán de unos 300 millones de dólares y el gasto para cubrir las medidas estatales de alivio alcanzará mil millones.
Respecto al sector privado, el primer afectado es el turismo debido a cientos de cancelaciones de paquetes de paseo y reservaciones en hoteles, así como una sensible baja de visitantes desde el viernes reciente.
Por lo menos 10 empresas sufrieron daños totales o parciales cuando las llamas alcanzaron el barrio industrial El Salto, en Viña del Mar. Otros emprendimientos menores, como panaderías, restaurantes, bodegas de arriendo y hasta pequeños cultivos de frutas y vegetales, que normalmente no están aseguradas, perdieron todos sus bienes.
Todo ello se traducirá en una baja de empleos, lo que será un doble impacto para quienes lamentan la muerte de miembros de su familia y la destrucción de sus bienes.
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