Con carteles como El hambre también es violencia y Nosotros no somos la casta, integrantes de organizaciones sociales que trabajan en esas instituciones denunciaron la suspensión del financiamiento de las mismas y expresaron su preocupación por las familias que dependen de ellas.
La iniciativa lleva por nombre Cocineras contra el hambre y comenzó desde alrededor de las 10:00, hora local.
Los participantes en la demostración piden también ser recibidos por la ministra Sandra Pettovello.
Esos espacios comunitarios, ubicados en los barrios más humildes de Argentina, cumplen un rol social amplio e irremplazable, y reparten más de 10 millones de raciones diarias, indica un comunicado de los manifestantes.
Por cada comedor popular que cierra, familias enteras dejan de recibir un plato de comida y una red de contención en el barrio se extingue. Es entonces cuando los narcos no encuentran resistencia social y ocupan lugares en comunidades aisladas y atomizadas sin la cobertura colectiva vecinal, añade.
Además, asegura que Pettovello no parece ser consciente de la crisis alimentaria actual y la sensibilidad que demanda.
Exigimos la urgente entrega de alimentos a los miles de comedores populares que dan respuesta al hambre en Argentina. Convocamos a la más amplia unidad de organizaciones y actores sociales para conformar mesas y hacer frente a la crisis, concluye.
Entre las agrupaciones representadas se encuentran la Federación Nacional Territorial de la Central de Trabajadores-Autónoma, Libres del Sur, el Movimiento Argentina Rebelde, el Frente Popular Darío Santillán y la Coordinadora por el cambio social.
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