La víspera la alta oficial estadounidense fue recibida por el ministro de Defensa, Javier García, y respondió a preguntas de la prensa.
Richardson negó que su visita tenga como objetivo la instalación de una base militar del Pentágono en el país sudamericano, tal y como denunció una declaración de la central sindical PIT-CNT, que repudió su presencia en el país.
El comunicado consideró que la jefa del Comando Sur representa a un país que intenta dominar al mundo y su presencia «no es una buena noticia, ni es bienvenida» por los trabajadores uruguayos.
Repudiamos la visita de quien considera a América Latina su patio trasero, que llevó adelante las guerras en Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen, y que desde hace más de 60 años ejecuta un bloqueo criminal contra Cuba, enfatizó la declaración del PIT-CNT.
Richardson por su parte destacó que Washington y Montevideo tienen más de 70 años de relaciones en materia de defensa, y resaltó el rol de Uruguay en operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.
La visitante adelantó la donación de asistencia humanitaria valorada en un millón de dólares, incluidos cuatro baldes para el combate de incendios forestales con helicópteros y 50 aparatos respiratorios para uso de los destacamentos de bomberos.
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