Al llegar a Brasilia, el militar fue recibido por agentes de la PF y pasó por procedimientos para el cumplimiento de la prisión.
También fue realizada una búsqueda personal y decomisados un celular y tres pasaportes, siendo uno de ellos diplomático.
Después de dejar la terminal aérea fue entregado a la Policía del Ejército y siguió hacia la sede del Batallón de la Guardia Presidencial, donde seguirá preso tras pasar por audiencia de custodia con un juez.
Según el Supremo Tribunal Federal, todavía habrá una decisión del ministro Alexandre de Moraes sobre la prisión del uniformado. El alto oficial estaba en Washington, capital de Estados Unidos, para cumplir misión hasta junio de 2025.
La orden contra él fue autorizada por De Moraes en la llamada Operación Tempus Veritatis (Hora de la Verdad, en latín), que apuntó a una «organización criminal que actuó en el intento de golpe de Estado y abolición del Estado Democrático de Derecho».
El objetivo era mantener en el poder al exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, quien salió derrotado en las elecciones de 2022 ante el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo con la PF, Correa Neto, entonces asistente del Comandante Militar del Sur, tuvo «participación activa» en organizar un encuentro el 28 de noviembre de 2022, en esta capital.
En la ocasión, seleccionó para la cita «solo oficiales formados en el curso de fuerzas especiales», los llamados Kids negros, que sabrían «de técnicas militares útiles para la consumación del golpe de Estado, y asistentes de los generales supuestamente aliados».
Tal información se encontró en el teléfono del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro.
Las investigaciones revelaron que Correa Neto actuaba como «hombre de confianza» de Cid, quien no podría desempeñar determinadas tareas, «en virtud de su oficio».
El coronel fue uno de los cuatro objetivos de prisión en la cruzada de la PF. También están en la lista Filipe Martins, exasesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia, y el coronel Marcelo Câmara, quien trabajó en el Gobierno pasado y fue ayudante de órdenes de Bolsonaro.
El otro detenido es Rafael Martins, mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército.
Citas señalan que Bolsonaro ordenó personalmente ajustes en un acta de golpe y se descubrió, entre otros elementos, un video de la reunión en la cual el excapitán del Ejército comunica a los ministros que no pueden esperar el resultado de la elección para actuar.
npg/ocs