Fausto Guzzetti, especialista del IRPI, entidad del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR) señaló en declaraciones divulgadas este martes en el sitio digital del diario L´Eco di Bergamo que el pasado año fueron particularmente graves los desastres de ese tipo causados por intensas lluvias en las regiones de Emilia Romaña y Toscana.
En la primera de esas zonas se registraron en mayo miles de deslizamientos de tierra, que causaron graves daños y un elevado número de víctimas, e igual ocurrió con la segunda, donde los mismos se reportaron en el mes de noviembre, apuntó el experto quien aseveró que “aún se hace poco” para limitar los efectos de esas catástrofes.
Para evitar o limitar los deslizamientos de tierra se deben realizar trabajos de mantenimiento, limpiar los canales de drenaje, evaluar con previsión la construcción de carreteras y edificios, gestionar el territorio en función de sus características y peculiaridades geológicas, aseveró.
También es necesario “iniciar una campaña de información eficaz, empezando desde las escuelas, donde podamos explicar qué hacer y qué no hacer, por ejemplo, cuando llueve y pueden producirse deslizamientos de tierra”, añadió el investigador.
En el informe presentado se recuerda que entre 1973 y 2022 los deslizamientos de tierra, a menudo pequeños, pero no menos peligrosos, causaron en Italia mil 87 víctimas, entre muertos y desaparecidos, así como mil 400 heridos y más de 140 mil evacuados en unas dos mil 600 localidades de mil 541 municipios.
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