La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) divulgó además que debido a la reducción de los combates decreció en un 17 por ciento el número de emergencias relacionadas con el desplazamiento forzado y el confinamiento de comunidades étnicas y no étnicas en distintas regiones de la nación.
El establecimiento de ceses al fuego bilaterales entre el Gobierno nacional y diferentes grupos armados, así como con bandas criminales, contribuyó a una disminución de la violencia, sentenció el reporte titulado Tendencias e Impacto Humanitario en Colombia 2023.
Aunque el número de víctimas por confinamiento disminuyó en un 14 por ciento en comparación con el año anterior, -difundió-, el número de personas afectadas se mantiene elevado con 88 mil.
Las víctimas por desplazamientos masivos también presentaron una reducción de un 23 por ciento en relación con el periodo precedente
No obstante, abundó, más de 63 mil personas fueron desplazadas por las amenazas y confrontaciones entre diferentes grupos armado presentes en distintas zonas del país.
Son los departamentos de la región Pacífico, Putumayo, La Guajira, Cesar, Arauca, Huila, Caquetá y Amazonas los más afectados, junto con aquellos ubicados en la región noroccidente, apuntó el estudio.
Remarcó el informe que en el transcurso del pasado año, Colombia enfrentó un contexto humanitario marcado por desafíos importantes donde también ocupan un papel de peso los perjuicios asociados a fenómenos naturales.
En el último trimestre, acotó, empezaron a materializarse los impactos esperados por el Fenómeno del Niño y el río Amazonas sufrió una sequía histórica que afectó a más de 25 mil personas, en su mayoría de comunidades indígenas.
A lo largo del año casi 400 mil personas fueron damnificadas por desastres, ahondó.
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