En un artículo, la exmandataria analizó los antecedentes de la situación actual y alertó sobre los riesgos de las medidas del Gobierno de Javier Milei, las cuales-dijo- pudieran acelerar un proceso complejo con consecuencias como las de 1989 y 2001, años marcados por la inestabilidad, el fin de mandatos y las protestas sociales.
Según Fernández, la primera crisis de ese tipo tuvo lugar en este país hace 35 años, como resultado del régimen dictatorial de 1976 a 1983, y la segunda fue generada por el plan conocido como la convertibilidad e implosionó en 2001 con el gobierno de la Alianza.
La exjefa de Estado se refiere a Milei como un “showman-economista en la (Casa) Rosada” y recuerda que él se declara libertario, anarco-capitalista y enemigo del Estado.
Su propuesta es ajuste y dolarización y sostiene que la principal causa de la inflación es la emisión monetaria. Pretende reeditar privatizaciones, aperturas indiscriminadas y desregulaciones, y produjo un insólito reciclaje de personajes y exfuncionarios. El más preocupante es el de Luis Caputo (ministro de Economía), artífice del endeudamiento serial de Macri y del retorno del FMI a Argentina, apunta.
Por otra parte, considera que un paquete de leyes y el decreto de necesidad y urgencia 70/2023 del mandatario constituyen modificaciones del sistema legal a medida de los principales grupos empresarios y una reforma encubierta de la Constitución.
Hasta el momento, el gobierno solo desplegó un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará el aumento de la desocupación y la desesperación en una suerte de caos planificado, aseveró.
En la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización, añadió.
Fernández afirmó que el programa de Milei “no difiere mucho del de la dictadura cívico-militar en cuanto a la apertura indiscriminada de la economía y la desregulación laboral de hecho, ni del de las privatizaciones de los años 1990”.
A ello, “agrega la extranjerización de la tierra y de los recursos naturales”.
La expresidenta alerta sobre las intenciones de volver a endeudar al país en dólares, sin límites y bajo jurisdicción extranjera, sin pasar por el Congreso.
También advierte sobre la posible profundización de un acuerdo entre la Libertad Avanza y Propuesta Republicana, fuerza que quedó fuera del balotaje.
La legitimidad que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al presidente la legitimidad de ejercicio en la gestión, que solo podrá lograr mejorando la calidad de vida de los argentinos. Otras fuerzas políticas no pudieron terminar sus mandatos porque no lo consiguieron, señala.
Todas las medidas adoptadas son repeticiones de políticas ya ejecutadas, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura. Todas fracasaron estrepitosamente provocando pobreza y dolor, agrega.
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