Durante una ceremonia de evaluación de los programas de Bienestar en Zihuatanejo, Guerrero, el mandatario advirtió que el vecino del norte se enfrenta a una pandemia por drogadicción a raíz del fentanilo, sustancia que arrebata la vida a 100 mil jóvenes cada año.
Relacionó la situación a la desintegración de las familias estadounidenses, que sacan de las casas a sus hijos desde la adolescencia; y comparó ese escenario con la unión de las mexicanas, a las que calificó como la principal institución de seguridad social.
López Obrador aseguró que su gobierno seguirá impulsando los programas sociales y dijo que estos no son una dádiva, sino un derecho.
También afirmó que concluirá su mandato contento porque el futuro para su país vendrá acompañado de justicia.
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