De acuerdo con el titular de esa cartera, la cifra de más de 520 mil viajeros irregulares de 2023 podría ser superada, si se compara con los caminantes que hasta la fecha han utilizado esa vía, unas 54 mil 547 personas, en su mayoría procedentes de Venezuela, Ecuador, Haití, China y Colombia.
“Para nosotros es un reto en materia de migración, ya que se combinan dos aspectos, la parte humanitaria y la parte de seguridad nacional, porque atrás de la migración está el crimen organizado”, explicó.
Pino señaló que solo el año pasado, las organizaciones criminales que movilizan a los migrantes por Darién ganaron una cifra aproximada de 820 millones de dólares.
Para contrarrestar esas ilegalidades, dijo, los estamentos de seguridad de Panamá han reforzado la campaña “Escudo”, con un mayor número de efectivos terrestres, navales y aéreos que generen un bloqueo superior en las zonas limítrofes.
La campaña “Escudo”, finalizaba en diciembre de 2023, también fue prolongada hasta julio de este año para contrarrestar a esas redes criminales.
El jueves último se conoció de la muerte de al menos cuatro migrantes afganos en un naufragio en la costa caribeña de Panamá.
“Es reprochable la indiferencia ante estos hechos, porque era una lancha conducida por coyotes que se dedican a este flagelo y exponen las vidas de los migrantes”, remarcó Pino.
“Darién no es una ruta, es una zona protegida, un pulmón del hemisferio occidental. Es una selva peligrosa en donde exponen la vida”, afirmó el funcionario, quien instó además a los países de la región a ponerse de acuerdo.
Panamá lanzó en 2023 la campaña “Darién no es una ruta, es una jungla”, pero sin los resultados esperados.
mem/ga