A principios de febrero, más de 370 mil personas no se beneficiaron de la ayuda alimentaria proporcionada por la organización, porque los grupos armados hicieron inaccesibles las carreteras, informó el diario Haití Libre.
Recientemente, el PMA pidió más acceso a la labor de las agencias de ayuda en Haití para impedir que los ya terribles niveles de hambre se vuelvan catastróficos.
En un comunicado, el ente instó a permitir el libre flujo de productos alimenticios en medio de los ataques sostenidos contra civiles por grupos armados, el aumento de los desplazamientos y los disturbios en el país, azotado por la violencia.
De acuerdo con el texto, actualmente el 44 por ciento de los habitantes del país enfrentan inseguridad alimentaria aguda y luchan por alimentar a sus familias.
El director del PMA en el país, Jean-Martin Bauer, aseguró que el aumento de la violencia provocó el bloqueo de rutas de carga, restricciones en el movimiento y el cierre de escuelas, lo que obligó a suspender temporalmente muchas actividades del ente en todo el país.
“No podemos darnos el lujo de perder terreno cuando 1,4 millones de haitianos enfrentan niveles de hambre de emergencia. Corremos el riesgo de ver a las personas más vulnerables caer en condiciones similares a la hambruna a menos que podamos brindar asistencia de manera efectiva”, advirtió.
La agencia de Naciones Unidas alertó que los niños son los más afectados por la última ola de violencia y malestar, luego que el cierre de escuelas privara a cerca de 300 alumnos de las comidas calientes diarias, proporcionadas por el PMA y sus socios.
Estas son para muchos la única comida completa del día, lamentó el PMA en su comunicado.
En Puerto Príncipe, la capital, el programa tampoco pudo entregar raciones a 56 mil personas en el barrio de Cité Soleil, ni tampoco alimentos a las cocinas centrales que abastecían a las personas recientemente desplazadas.
Este año, el PMA prevé apoyar a 2,4 millones de haitianos a través de asistencia de emergencia con la entrega de dinero en efectivo y raciones de alimentos en especie, así como comidas escolares y programas a más largo plazo para ayudar a los haitianos a producir sus propios alimentos.
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